Nada fácil para panaderos locales la competencia con tiendas comerciales en la venta de roscas
En todo un reto se ha convertido para los panaderos locales la elaboración y venta de roscas de reyes, porque cada vez se les complica más competir con las tiendas comerciales.
Alma Romero Martínez, de la Panadería La Asunción, mencionó que las materias primas que se utilizan en la elaboración de las tradicionales roscas de reyes se han elevado de manera exagerada.
“Y es que desde el inicio de la Guerra entre Ucrania y Rusia, los precios de la materia prima se han elevado en más del 100 por ciento, lo que hace muy difícil que la clientela adquiera sus productos con nosotros”, dijo la comerciante.
Al enumerar los productos que incrementaron sus precios en el último año, refirió que “la harina, ahorita un bulto de 40 kilos cuesta más de 800 pesos, el azúcar anda por los cielos, la mantequilla, la fruta que lleva la rosca, incluso los muñequitos que salen en cada una de ellas, han incrementado y así nosotros no podemos ofrecer el mismo precio de hace más de un año”.
Una rosca de pastel para 8 personas tiene un costo en el mercado, aproximadamente de 150 pesos, y varía de acuerdo al tamaño, las más grandes, tienen precios en promedio de 220 pesos para 10 personas.
“Nosotros ocupamos material de primera, pero la gente muchas veces busca lo barato pensando en ahorrar, pero definitivamente el sabor que nosotros tenemos es artesanal cien por ciento, en las tiendas venden roscas tiesas y en algunos casos con lama, y eso la gente no lo mira, se va con la finta de lo barato”, insistió Romero Martínez.
La panadería La Asunción tiene más de 50 años de tradición en Chilpancingo, elaboran roscas de reyes, bolillos, pan dulce, “y lo hacemos siempre con mucha calidad y sanidad”.
Alma Romero es la hija del fundador de esa empresa, cien por ciento familiar, quién comentó que en su negocio ofrecen una mega rosca que alcanza para 30 personas aproximadamente que desde unos años comenzaron a elaborar y que ha entrado en el gusto de la ciudadanía chilpancingueña.
“La competencia es feroz, pero no se compara con el sabor de nuestros productos, además de que se hornea diario, lo que genera más confianza en nuestros clientes”, dijo la panadera.
Reconoció que en muchas ocasiones “la gente se va a las tiendas comerciales, donde encuentran un precio más cómodo, pero con un producto sin calidad”.