-Tras la pandemia se suspendió 2 años y el año pasado fue una versión corta.
Taxco es una de las ciudades del país en el que se vive la Semana Santa con mucha pasión.
Las calles empedradas del pueblo mágico se vieron plagadas de visitantes nacionales y extranjeros.
Jueves y viernes se llevó a cabo la procesión de los Cristos de diferentes templos, que llegan a la iglesia de la Vera Cruz, dónde se concentran para recorrer las calles durante prácticamente toda la noche.
La procesión de los cristos van acompañados por músicos que tocan Chirimias, temas especiales para esa ocasión, con instrumentos de percusión y cuerdas.
De manera alterna, se concentran “Las Animas”, que son mujeres que llevan vestimenta negra, encapuchadas, portan dos cirios en sus manos, y la cera les quema la piel, van encadenadas, y de esa manera pagan mandas, que pueden consistir en peticiones o agradecimiento a Dios.
Del mismo modo, se lleva a cabo el recorrido de “Los Encruzados”, esta hermandad de penitentes son solo hombres, encapuchados con “capirote”, con el torso desnudo, y faldón sujeto por un lazo de cabresto, elaborado con crin de caballo.
Cargan rollos hechos con varas de zarza con un peso aproximado de 70 kilos, atadas de punta a punta de sus brazos, y para equilibrar el rollo una cuerda es sujetada con su boca, ese rollo lo cargan por cerca de 6 horas.
Sin duda alguna, “Los Flagelantes” son el grupo de penitentes que más llama la atención de los visitantes nacionales y extranjeros.
Igual son solo hombres, con vestimenta similares a “Los Encruzados”, cargan sobre sus hombres cruces de madera con un peso entre 25 y 30 kilos, en la mano izquierda un Rosario y en la mano derecha una “disciplina”, que consiste en una cuerda de piola, y en el extemo amarrados con pavilo, remojado en alcohol, con clavos de hierro.
Al término del resto de cada misterio, los penitentes golpean la parte baja de la espalda con la cuerda, que les desgarra la piel, y es perceptible cómo salpica la sangre en las empedradas calles.
Todos los grupos de penitentes caminan descalzos, ya sea de noche o de día, lo que les provoca ámpulas, que sangran durante el recorrido.
Taxco es reconocido por su atractivo por turismo religioso, que en este viernes registra el 99.7 por ciento de ocupación hotelera.