En Chilpancingo, capital de Guerrero, se encuentra paralizado el transporte y varios negocios se mantienen cerrados, luego de la violencia que este lunes cobró la vida de tres trabajadores del volante más.
En un recorrido realizado por parte de El Financiero en esta ciudad, se pudo constatar que los habitantes de la capital hacen largas filas para poder subir a las pocas urvans que si salieron a dar servicio, o tomar un taxi para poder llegar a sus centros de trabajo.
Tras el ataque armado que sufrieron trabajadores del transporte público de la ruta Mercado-Los Ángeles la mañana de este lunes en Chilpancingo, los choferes suspendieron el servicio de manera parcial en varias rutas.
En las calles se pueden ver unidades de las diferentes corporaciones policíacas, para mantener presencia, principalmente en las cercanías de las paradas del servicio de transporte público.
La noche del lunes, los negocios, principalmente, tiendas departamentales cerraron más temprano de lo normal y las calles lucieron muy solas ante el temor de la sociedad de que se registrarán más hechos violentos.
En redes sociales circularon mensajes en los que los transportistas anunciaban que no habría servicio durante los días martes, miércoles y jueves, mientras que en otros mensajes se advertía que solo habría un 20 por ciento del unidades circulando en la ciudad.
Por esa razón las paradas de urvans registran largas filas de usuarios, y los pocos taxis que circulan incrementaron sus tarifas de 60 hasta 90 y 100 pesos.
Cabe mencionar, que por la noche de este lunes en distintos puntos de la ciudad, fueron colocadas mantas con mensajes en contra de un grupo delincuencial y se quejan de la violencia contra trabajadores del volante.