Guerrero es el cuarto estado con mayor cantidad de agresiones a mujeres periodistas: Cimac
El estado de Guerrero ocupa el cuarto lugar con mayor cantidad de agresiones contra mujeres periodistas, informó la agencia Comunicación e Información de la Mujer (Cimac).
Durante la presentación del informe “Palabras Impunes: estigmatización y violencia contra mujeres periodistas en México 2019-2022, Adriana Ramírez Venegas, del equipo editorial de esa agencia especializada en información sobre la problemática de la mujer, dijo a los medios de comunicación que durante la actual administración federal se han registrado 73 casos de agresiones a las mujeres periodistas.
“En Guerrero existe una presencia de grupos del narcotráfico que se han incrustado en la política de la entidad, en colusión con las propias autoridades, además de grupos armados no estatales como las autodefensas o policías comunitarias, lo que genera entre ambos una disputa constante, por lo que las fuentes de conflictos sociales e inseguridad son de las de mayor riesgo”, refiere el informe.
De acuerdo a los registros de Cimac, los ataques contra mujeres periodistas en Guerrero son por parte de civiles, “muchas veces afines al gobierno en turno, porque en ocasiones la sociedad defienden a un gobierno en el que creen”, seguidos por estructuras criminales,
Adriana Ramírez Venegas y Cirenia Celestino Ortega, de la Agencia Cimac, consideraron que en esta entidad suriana, acompañar a los movimientos sociales “convierte a las periodistas en blanco de agresiones provenientes de diversos flancos como las amenazas y demás actos de intimidación, lo que tiene un impacto muy fuerte en las comunicadoras, sobre todo porque estos actos han precedido los asesinatos de periodistas y activistas”.
Lamentaron que todos los días “hay agresión y descalificacion en las mañaneras, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador contra los periodistas, eso es una agresión constante”, y consideraron que el gobierno debe generar acciones de protección a la población, “no agredirnos desde el Poder”.
Como parte del informe también se escucharon las ponencias de las comunicadoras Antonia Ramírez Marcelino,
Alina Navarrete y Natividad Ambrosio Cuevas, quienes señalaron que en la actual administración estatal que encabeza Evelyn Salgado Pineda, “su equipo de seguridad la protege para que no haya acercamiento con los periodistas y no se puede trabajar con ese tipo de despliegues, es una estrategia para impedir que la gobernadora sea cuestionada. Eso no lo habíamos visto en otras administraciones”.
Lamentaron que debido al ambiente de inseguridad que se vive en la entidad en muchas ocasiones, “como medida de prevención y de protección para nosotras mismas, dejamos a algunas compañeras nuestro itinerario, y es doloroso confiar en que si pasa algo, por lo menos sepan por donde andábamos o a donde íbamos y ya de pérdida encuentren nuestro cuerpo, porque nosotras documentamos el sufrimiento de las familias de desaparecidos y no queremos que pasen por ese dolor nuestras familias”.
Las ponentes consideraron que el mecanismo de protección nos vulnera y revictimiza, porque en varias ocasiones las agredidas deben ser atendidas en sus denuncias con sus victimarios o agresores, “además de que reacciona muy poco, te dan un botón de pánico, pero al activarlo debes corroborar que estás en riesgo, ¿y si te tienen maniatada?, pues no es efectivo porque consideran que es falsa alarma si no les puedes contestar. Es como los celulares, sin señal no puedes pedir ayuda, pero si te pueden rastrear o ubicar”.
De los 73 casos documentados de agresiones en Guerrero, la mayoría se centra en Chilpancingo, Iguala y Acapulco, y el riesgo es mayor para reporteras de la fuente política, o que investigan y trabajan sobre temas de corrupción, desapariciones y en la cobertura de movilizaciones feministas.
De acuerdo a los datos recabados por Cimac sobre los riesgos que corren las mujeres periodistas en el país, la mayoría de agresiones relacionadas con la libertad de expresión tiene que ver con campañas de desprestigio, insultos y amenazas físicas o en espacios digitales, además del bloqueo informativo.
En general, en Guerrero las denuncias por agresiones son contra comunicación social del gobierno estatal, grupos comunitarios armados, seguridad pública del estado y federal; “y se percibe un incremento de atentados por parte de civiles simpatizantes de Morena, pero ahora también hay preocupación para que se garantice la seguridad de los comunicadores ante la cercanía del proceso electoral”, externaron las periodistas, “porque la estadística demuestra que la violencia contra las mujeres periodistas se incrementa en procesos elctorales”.