Normalistas lanzan petardos a la 35 zona militar-Recriminan que llevan 9 años esperando justicia por sus 43 compañeros desaparecidos
Estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raul Isidro Burgos” lanzaron petardos y piedras al acceso principal de la 35 Zona Militar, en protesta porque a 9 años de la desaparición de sus 43 compañqeros, las autoridades no han dado con el paradero de los estudiantes, ni han avanzado con las investigaciones en torno al hecho de violencia del 26 y 27 de septiembre del 2014.
Este jueves, 13 autobuses arribaron a la lateral del bulevar Vicente Guerrero de Chilpancingo, donde se encuentra el acceso principal a la 35 zona militar, cerraron la circulación vehicular, y de las unidades descendieron al menos 200 estudiantes con el rostro cubierto.
La actividad de protesta forma parte del Plan Global por el 9 aniversario de la desaparicion de normalistas de Ayotzinapa, por lo que los estudiantes denunciaron nuevamente que el ejército es protegido por el presidente Andrés Manuel López Obrador a pesar de que se ha comprobado que militares sí tuvieron participación en los hechos violentos del 2014.
Al término del mitin los jóvenes utilizaron una camioneta de una empresa de frituras, para impactarla contra el portoin del acceso principal a la zona militar, y le lanzaron varios petardos con la intención de incendiarla, lo que no sucedió.
De manera simultánea, otro grupo de normalistas de Ayotzinapa lanzaron piedras y explosivos caseros al interior del cuartel, mientras que desde el interior, militares les respondieron con granadas de gas lacrimógeno.
Cabe señalar, que al interior de la 35 zona militar hay dos escuelas, un Jardín de Niños y una primaria, de dónde fueron retirados los estudiantes desde las 11 de la mañana.
Sin embargo, al otro lado del boulevard Vicente Guerrero, frente a dónde se registró la movilización estudiantil, hay también un Jardín de Niños y una Primaria, de tal manera que tras la protesta de los normalistas, por lo menos 30 niños y 10 maestros fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja y Protección Civil por ataques de pánico, crisis nerviosa, problemas para respirar e irritación en la piel por las granadas de gas lacrimógeno. Ninguno requirió hospitalización.