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Viaja desde Puebla a Chilpancingo para vender ‘palmitas’ en Domingo de Ramos

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-Desde hace 15 años pero con más de 40, teje artesanías para vender en Semana Santa

Poleht Rodríguez

Desde hace 15 años, don Benjamín de Jesús y los 9 integrantes de su familia, viajan desde Tehuacan, Puebla, de donde son originarios a la capital de Guerrero: Chilpancingo, para vender las tradicionales palmitas, artesanías que elaboran a mano.

En cada celebración de Semana Semana Santa, desde las 7 de la mañana se instalan al exterior de la Catedral Santa María de la Asunción en el centro de la ciudad y colocan una manta con palmitas, espiga de trigo, calis, cristos, árboles de la abundancia, entre otras obras para su venta.

Con más de 40 años creando artesanías religiosas a mano con hojas de palma seca de colores, adornos brillantes y otros accesorios, don Benjamín, artesano de Tehuacan, incursionó en este sector cuando tenía 20 años de edad, aprendió el arte del tejido observando a los más viejos de su municipio que se dedican a este rubro.

La venta de productos le ha permitido recorrer más de la mitad del territorio mexicano, comercializando sus artesanías en los Estados de México, Chiapas, Zacatecas y Tamaulipas, por mencionar algunos.

Sin conocer, ni tener parientes viviendo en la ciudad, se eventuró desde Puebla para ampliar su negocio familiar “Me gusta Chilpancingo porque es bonito”, comentó.

De tres a cuatro meses es el tiempo que tarda en elaborar la variedad de artesanias que expone a los creyentes católicos, cuyos precios van desde 15 pesos la más económica, y 40 pesos la más elevada.

Un día previo al domingo de Día de Ramos, el señor Benjamín hace guardia frente a la catedral, punto donde se colocó para vender sus creaciones “porque sino me ganan mi lugar”, donde se apostó el pasado jueves y termina junto a la festividad religiosa mañana domingo.

Esta temporada de 2024, la demanda de palmitas es baja “están tranquilas, no hay nada, está solo. En algunos años va bien y en otros no, así pasa”. Agregó que, en comparación al año pasado, en esta ocasión registró menos salida de mercancía.

Benjamín de Jesús, narró que hay personas que ‘regatean’ sus productos pero no disminuye el precio por los gastos de traslados, hotel y comida “tiene que salir lo invertido”.

Además de la venta de palmas para la celebración de Semana Santa, distribuye materia prima que el mismo elabora a clientes Guadalajara, San Luis Potosí y en el Puerto de Acapulco, este último en el mercado campesino y el mercado central, donde acude para hacer entregas solicitadas por otros comerciantes

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