El Grupo Parlamentario del PRI y la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional en Guerrero fijaron postura ante lo que calificaron como un intento de MORENA por “borrar el pasado” mediante una “evidente depuración ideológica” en torno a las conmemoraciones y símbolos cívicos en la entidad.
Lo anterior tras la polémica que levantó la conmemoración oficial del natalicio del ex gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa, de quien dijeron los morenistas y líderes de organizaciones sociales, fue titular de un cruel sexenio.
Los representantes priistas señalaron que, mientras el país enfrenta graves problemas de inseguridad, un sistema de salud debilitado y una crisis económica que afecta a la mayoría de las y los mexicanos, en Guerrero el partido en el poder concentra sus esfuerzos en decidir a qué personajes históricos se debe o no conmemorar, en lugar de enfocarse en atender las necesidades de la población.
El PRI lamentó que la división interna de MORENA consuma recursos y tiempo del gobierno estatal en un debate cuyo propósito —afirmaron— es manipular símbolos cívicos para imponer una visión ideológica y ajustar la historia a conveniencia. Añadieron que dichas acciones reflejan un desconocimiento del valor de la pluralidad histórica del estado.
Los priistas enfatizaron que “las nuevas realidades no cambian el pasado” y que Guerrero posee una historia rica, plural y compleja, que no debe reducirse a un capítulo ideológico. Recordaron que es precisamente esa historia la que permitió a MORENA acceder a posiciones de poder y representación.
Asimismo, señalaron que la historia no puede modificarse por decreto, que la identidad de un pueblo no se redefine desde una curul y que la memoria colectiva no debe ponerse al servicio del partido gobernante. Consideraron que censurar personajes del pasado contradice los principios de inclusión que MORENA asegura defender.
El documento advierte que permitir que un partido político decida qué representa o no al estado es una práctica asociada con regímenes autoritarios y con ejercicios de revisionismo histórico. En este sentido, acusaron a MORENA de buscar una “depuración ideológica” similar a procesos vividos en regímenes totalitarios del siglo XX y en gobiernos contemporáneos de corte autoritario.
El PRI reiteró su postura en contra del culto a la personalidad, destacando que su fuerza proviene de su historia, de los personajes que han aportado al desarrollo del país y de las instituciones que han beneficiado a la ciudadanía.
Finalmente, el partido expresó su solidaridad con Ximena Muñoz López, exdirectora de Actividades Cívicas del Gobierno del Estado, quien —según señalaron— fue separada de su cargo por cumplir con la ley. Afirmaron que “el dolor del pasado no se repara con censura, sino con verdad, justicia y contexto”.