La Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) conmemoró el 62 Aniversario de los Caídos del 60, cómo una lucha que originó el nacimiento de la autonomía universitaria, dónde sobrevivientes y familiares de las victimas de ese hecho propusieron el cambio de nombre a la alameda Granados Maldonado por “Mártires del 30 de diciembre”.
Consideraron que de esa manera se reivindica la memoria de quienes murieron por la autonomía universitaria, y solicitaron que a lo largo y ancho de esa alameda sean colocados los bustos de cada uno de los héroes que lucharon por la Universidad Autónoma de Guerrero.
En su participación, Marisol Cuevas Serrano, sobrina de Salvador Serrano, comerciante que en esos hechos del 30 de diciembre de 1960 cayó abatido por las balas de los soldados del Ejército Mexicano que atacaron a las personas que mantenían tomado el actual edificio docente, condenó que la placa con los nombres de los héroes de esa gesta universitaria que había sido colocada frente a las Preparatorias Uno y Nueve haya sido retirada por líderes sociales que además de lucrar con este movimiento tampoco respetan “a nuestros muertos”.
Hace dos años (el 30 de diciembre de 2020), integrantes de la Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales, Civiles, Estudiantiles y Sindicales del Estado y de los Olvidados de Ayotzinapa, despegaron la placa que había sido colocada en una jardinera frente al edificio docente de la UAGro y la regresaron, según fue su argumento en esos momentos, “a su sitio original”, es decir, al tradicional Monumento a los Caídos del 60 ubicado en medio de la alameda Granados Maldonado.
Solicitó a las autoridades universitarias la construcción de un monumento digno para honrar la memoria de quienes dieron la vida por la autonomía universitaria: “sólo pedimos respeto para honrar a nuestros familiares y exigimos que ningún personaje ajeno lucre con la muerte de nuestros familiares, como lo han seguido haciendo año con año”.
Por su parte, Rubén Darío Fuentes Adame y Arturo Miranda, sobrevivientes de esa lucha por la autonomía universitaria, coincidieron en solicitar el cambio de nombre a la alameda “Granados Maldonado” por “Mártires del 30 de diciembre”, con el fin de honrar la memoria de quienes dieron su vida por la autonomía de la Universidad.
En su mensaje, el rector de la UAGro, José Alfredo Romero Olea se comprometió a hacer lo que le corresponda para atender las solicitudes y planteamientos de los familiares de los caídos en el 60, dentro de sus facultades, y anunció la construcción de un obelisco en su memoria al interior del Histórico Edificio Docente, “porque ahí está la cuna de la Universidad Autónoma de Guerrero, con la lucha que dieron en 1960 el pueblo de Chilpancingo y los universitarios de esa época”.
Dijo que la Administración Central que encabeza buscará el consenso con los familiares de los caídos en esa fecha así como con quienes participaron en esa lucha para coincidir en la realización de un solo evento y para llevar a cabo mejoras al Monumento a los Caídos del 60.
Aseguró que hoy la Máxima Casa de Estudios responde a las necesidades educativas de los jóvenes de Guerrero, “esta es la Universidad que soñaron los que lucharon en ese gran movimiento estudiantil y popular”, pero reconoció que “no estamos contentos con lo que hasta hoy se ha hecho, aún falta avanzar mas, profundizar en los planes y programas de estudio, hace falta construir nuevas ofertas educativas, hace falta atender las demandas de los estudiantes en cuanto a albergues, comedores universitarios y a la ampliación de la matrícula y hace falta aún más la vinculación con la sociedad”.
Explicó que esos son los pendientes que todavía tiene la Universidad, por lo que insistió en que los universitarios están comprometidos y obligados a dar todo lo que esté a su alcance, para seguir engrandeciendo no sólo a la UAGro sino también al estado, “con el compromiso de mejorar la academia y la investigación, con el compromiso de mejorar cada vez más y de preparar hombres y mujeres que consoliden la transformación del estado de Guerrero y de México”.