Poleht Rodríguez
Doña Fernanda Alducín Nájera de 56 años de edad, venden cascarones de huevos de colores para costear su tratamiento de cáncer de mama, diagnosticada con esta enfermedad hace un año
Sentada en uno de los jardines de la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac de 6 a 7 de la tarde en Chilpancingo, instala decenas de tapas de huevo para la venta individual y también sobre pedido.
La tapa de 30 cascarones decorados con el famoso tigre de la danza tradicional de la capital “Los Tlacololeros”, caricaturas infantiles y otros personajes tiene un costo de 80 pesos, y se tarda hasta dos horas en hacer las creaciones a mano.
Con los ojos llorosos, el cáncer de mama es una enfermedad que implica muchos gastos, dice doña Fernanda, hecho por el cual se vio obligada a dejar de vender comida casera y dedicarse a actividades menos desgastantes físicamente por el padecimiento.
Tiene que viajar de lunes a viernes al puerto de Acapulco para recibir atención en el Instituto Estatal de Cancerología (IECAN) quien, además, ha sido operada en dos ocasiones y realizados diversos estudios de más de 5 mil pesos, afectando sus ingresos económicos, pues en cada viaje gasta por lo menos mil 200 pesos.
Pese a todo el éxodo emocional y físico, agradece a Dios porque la enfermedad “va disminuyendo” debido a que fue detectado a tiempo y confía en que seguirá así hasta lograr vencer el cáncer de mama.
“Diario tengo que estar yendo y viniendo todos los días y las quimioterapias eran cada 21 días y más aparte las consultas y estudios. Desde hace un año tenemos de batallar, ahorita todavía nos falta y pues es una lucha que pues confiamos en Dios en que en que la vamos a librar”.
Narra que cuenta con el apoyo de sus cinco hijos, pero también “van al día” y fue su hija Caro, como le dice de cariño, quien la que a través de redes sociales solicitópidió solidaridad a las personas familias capitalinas apoyen a doña Alejandra vecina de Chilpancingo, para que, con la venta de cascarones de huevo cubra los gastos que implica el cáncer de mama.