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Habitantes de localidad indígena denunciaron negligencia médica y violencia obstétrica en hospital de Quechultenango

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Habitantes de la localidad indígena de Jocutla, perteneciente a Quechultenango, denunciaron ante la Jurisdicción Sanitaria 3, con cede en Chilpancingo, que personal médico, enfermeras, de trabajo social y administrativos del hospital comunitario de Quechultenango cometieron negligencia médica y violencia obstétrica, en contra de una menor de edad y su bebé recién nacido.

Poco antes de ingresar a las oficinas de la jurisdicción sanitaria, la paciente afectada, Yareli Cortez Pérez, su esposo Everardo de la Cruz Pérez, su suegra Gregoria Pérez, y el abogado Elíseo Rodríguez Astudillo, dijeron a los medios de comunicación que la denuncia no sólo la interpondrán ante la Secretaría de Salud, sino también ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, porque consideraron que ese tipo de violencia hacia las mujeres indígenas debe frenarse.

Yareli Cortez dijo que el pasado 17 de abril salieron de su comunidad porque “parecía que ya iba a nacer mi bebé”, la joven de 17 años mencionó que cuando llegaron al hospital comunitario le dijeron que le faltaba para que naciera su hijo, así que le recomendaron esperar en un albergue comunitario cercano al nosocomio.

Su esposo Everardo de la Cruz comentó que fue en varias ocasiones al hospital para avisar que su esposa estaba muy mal y que parecía que ya iba a nacer el bebé, pero no le hacían caso, “yo estaba desesperado, y me hicieron enojar mucho porque no la atendían”.

Mientras que la suegra de la joven mamá relató su angustia “por ver como estaba sufriendo mi hijita, porque yo la quiero mucho. Le decía resiste, y le recé mucho a la Virgen de Guadalupe para que la ayudara. Le pedía a Dios que no me los quitara ni a ella que es primeriza, ni a mi nieto”.

En el albergue había otros pacientes que estaban, de la misma manera, esperando ser atendidos por el personal médico del hospital comunitario.

Gregoria Pérez refirió que cuando se dio cuenta de que ya estaba a punto de dar a luz su nuera, le dijo a su hijo que fuera por un médico, acostó a la jovencita, “porque ya venía el niño, solo me dio tiempo de poner una toallita para recibir al bebé y ahí se quedaron mi niña y su hijo tirados en el piso. Después llegó un doctor, que imagino que no le creyó a mi hijo, y cuando los vio a los dos en el piso se regresó corriendo y trajo unas tijeras para cortar el cordón, y una camilla de ruedas para llevarlos al hospital”.

Por su parte, el abogado Elíseo Rodríguez explicó a los medios de comunicación que el personal de Trabajo Social y de Administración del Hospital Comunitario de Quechultenango, al darse cuenta de que el esposo de la paciente no sabía leer, “lo engañaron y lo hicieron firmar un documento en el que los familiares y usuaria declaraban que no levantarían ninguna queja de forma física, y que sólo platicarían con el personal médico y de enfermería para mejorar la atención, para evitar complicaciones que pudieran afectar a ellos y al hospital”.

Pero al joven padre “lo engañaron, no le dieron copia del papel, pero le dijeron que el documento era para interponer una queja para que fuera sancionado el personal médico, y entonces no se vale que quieran tapar las irregularidades de los trabajadores del hospital”, finalizó.

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