El 90 por ciento de las palmas de coco sembradas en Guerrero están envejecidas y el 10 por ciento restante es palma nueva, pero está plagada de “picudo negro”, por lo que está en riesgo la producción de coco en la entidad.
Damián Terrazas, presidente del Consejo Estatal del Coco, comentó que esos dos factores tienen preocupados a los integrantes de ese sector de la producción.
“Afortunadamente tenemos a la mano la solución, un control biológico a partir de un hongo, estamos en comunicación con el centro de investigación Ceiba en coordinación con el Centro de Investigación Científica de Yucatán, donde este hongo se aplicaría en la trampa para que caigan los insectos y mueran”, explicó.
Dijo que existe una alternativa, que es “contaminar” al insecto denominado también “mayate prieto” con el hongo antes referido, para que contaminen a sus congéneres.
Con este procedimiento que pretenden implementar, se tienen confianza de hacer frente a ese problema de sanidad que está afectando a las 5 mil hectáreas aproximadamente sembradas en todo el estado, insistió Damián Terrazas.
Y es que una vez afectada la palma de coco, la planta es irrecuperable, por lo que el líder productor urgió en la necesidad de llevar a cabo acciones preventivas para no perder la producción de coco en la entidad.
De la misma manera pidió a los gobiernos estatal y federal mayor atención y apoyo a los productores de coco para que no se pierda esa actividad productiva.